lunes, 11 de junio de 2012

Viene y va

Alguna vez te han golpeado tan fuerte, que has visto lucecitas pequeñas al cerrar los ojos?
Esas luces que, si mantienes los ojos cerrados, van y vienen, desaparecen y vuelven a aparecer de entre una oscura niebla. De la misma manera me ha visitado la Inspiración esta última vez.

Como un sueño que, mientras lo sueñas, es vívido, completo, lleno de detalles, y al despertar se va sumiendo en un borrón irreconocible, como un óleo salpicado de disolvente. Como ese estornudo que te subyuga unos instantes, y cuando crees que por fin llega, desaparece y no vuelve, dejándote con cara de estúpido.
Un orgasmo, que entre el placer y la excitación del sexo, parece llegar y se atrasa, se pierde entre jadeos.

Es tal la frustración de saber que hay algo ahí, cerca, una idea, y no poder plasmarla... Estirar los brazos y notar como se escurre entre tus dedos como si de humo se tratase. Y todos los que alguna vez han escrito lo saben, no se puede forzar. Cuanto más ahínco se pone en conseguirlo, cuanto más se fuerza, peor sale. Es un fluir natural fuera de nuestro control.

¿No lo hace eso mas bello?

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