lunes, 28 de mayo de 2012

El hechizo más poderoso

...Cada bocanada de aire le llenaba los pulmones de miles de pequeñas agujas frías, que contrastaban con el ardor seco de su garganta. Aún así, respiraba, engullía el aire, sintiéndose ahogado por el esfuerzo pero sabiendo que en un instante, tendría que recuperar su frenético movimiento.

Se enganchó de nuevo la hombrera de su armadura, se ciñó el peto, asió el pesado escudo, y se volvió a levantar. Esta vez no se puso el casco... Quería tener la vista libre de estorbos.

Sin esperar a que se terminase de preparar, la difusa forma se volvió a presentar tras él, extendiendo sus oscuros tentáculos a la velocidad del rayo en dirección al guerrero que, con un gesto de reflejos y fuerza, empujó su escudo contra éstos, avanzando con él por delante, gritando.

Podía sentir la confusión en su rival, si es que esa... Presencia, era capaz de sentir emociones. Para sorprender a su rival, cuando se encontraba a un par de metros, en lugar de atacar, rodó por el suelo, propulsándose con toda la fuerza de sus piernas para levantarse a la vez que rasgaba el aire con su espada. Podría ver la etérea forma dividirse en dos, desapareciendo poco a poco, fundiéndose con el aire...

- Juan! Mira lo que acabas de hacerle a las cortinas!

Esa voz! ...Como si cayese en un pozo de agua congelada, despertó de su fantasía. Su madre, y esa mirada asesina, le habían paralizado, le causaba más terror que sus espectrales enemigos.

- Ahora mismo estás soltando eso. Recoge el casco de tu padre y la tapa de la olla, y quítate esos cartones de encima, que eres ya muy grande! La comida está en la mesa.

+Qué hay de comer?

- Garbanzos.

+ Mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario